El 14 de junio, el comisario europeo de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella, inauguró la primera gran planta de montaje de turbinas y dispositivos mareomotrices, construida por Naval Energies en Cherburgo, Francia. La energía mareomotriz es una forma de energía hidroeléctrica, o energía oceánica, mediante la cual las turbinas convierten la energía cinética de las mareas en electricidad. En su discurso de apertura, el Comisario Vella expresó la importancia de esta industria emergente para Europa. «La UE necesita energía oceánica para lograr una transición exitosa hacia una economía baja en carbono», dijo. «La energía renovable del mar es una gran noticia para el medio ambiente. Pero también es una noticia fantástica para el desarrollo económico de las regiones y comunidades costeras de Europa».

Europa: líder mundial en energía oceánica

Gracias a sus condiciones favorables y la disponibilidad de una mano de obra altamente cualificada, incluidos ingenieros marinos de clase mundial, Europa está a la vanguardia del desarrollo de la energía oceánica. El sector cuenta con 2.000 puestos de trabajo altamente cualificados, principalmente en investigación y desarrollo.

Según el comisario Vella, la UE tiene todo a mano para «aprovechar su actual liderazgo tecnológico para crear una nueva industria en la próxima década».

Apoyar la transición de la investigación al mercado

Si bien la energía eólica marina ya ha desplegado capacidades muy grandes, la energía oceánica aún está en pañales. Pero las proyecciones son prometedoras. A mediados de este siglo, alrededor del 10% de la demanda energética de la Unión Europea podría cubrirse con energía oceánica

Para acelerar el desarrollo y mejorar la fiabilidad y el rendimiento, la UE financia directamente desarrollos tecnológicos y centros de pruebas. A través de Horizonte 2020, la UE apoya actualmente 17 proyectos de energía oceánica, por valor de 124 millones de euros. Los nuevos tipos de apoyo financiero, como la próxima plataforma de inversión de la UE para la economía azul o el fondo investEU para inversiones estratégicas, ofrecen más oportunidades para generar confianza en los inversores y reducir costos.

El mes pasado, en mayo, la Comisión Europea organizó Blue Invest, un evento de emparejamiento entre empresas e inversores para la economía azul. Una sesión de lanzamiento, donde las empresas seleccionadas pudieron presentar su proyecto en el escenario frente a un jurado de inversores profesionales, estuvo completamente dedicada a la energía oceánica.