Los cangrejos azules son una especie originaria de las costas atlánticas del continente americano que en los últimos años ha colonizado las aguas italianas del Mediterráneo y que nunca ha habitado nuestros mares.

¿Por qué sucedió? Los mares italianos son el hábitat ideal para el cangrejo azul, donde puede encontrar alimento en abundancia y en ausencia de depredadores y donde, por tanto, puede perfilarse con gran facilidad (una hembra puede poner hasta 2 millones de huevos al año). Sin embargo, estos crustáceos representan una gran amenaza para nuestros ecosistemas marinos en detrimento sobre todo de los mejillones y almejas (fácilmente matados por las pinzas del cangrejo) y para las actividades pesqueras, ya que acaban en las redes durante las salidas de caza en detrimento de otras especies.

Para ayudar a nuestros mares y limitar su invasión incontrolada, el gobierno está asignando fondos y medidas. Pero, aunque se trate de una especie poco conocida en nuestras mesas, una de las formas más eficaces de controlar esta invasión podría estar representada por el papel de la gastronomía en nuestras mesas.
De hecho, el cangrejo azul tiene un sabor dulce y delicado, rico en carne suave y abundantes y deliciosas huevas similares al caviar, todo lo contrario de los cangrejos de cosecha propia.

Muchos restauradores, chefs, cocineros y bloggers gastronómicos están aprovechando y proponiendo continuamente videorecetas en sus canales sociales, educando al consumidor sobre cómo cocinarlas y degustarlas friéndolas, hirviéndolas o haciendo ricas sopas.
¿Podría ser esta la mejor solución?